miércoles, 21 de junio de 2017

UN LEGADO MARAVILLOSO

UN LEGADO MARAVILOSO

Salmos 78:1-8Traducción en lenguaje actual (TLA)

Dios cuida y guía a su pueblo
SALMO 78 (77)
Himno de Asaf.

78 Pueblo mío,
escucha mis enseñanzas;
atiende a mis palabras.
2 Te hablaré por medio de ejemplos,
y te explicaré los misterios del pasado.
3 Son cosas que ya conocemos
pues nuestros padres nos las contaron.
4 Pero nuestros hijos deben conocerlas;
debemos hablarles a nuestros nietos
del poder de Dios
y de sus grandes acciones;
¡de las maravillas que puede realizar!
5 Dios fijó una ley permanente
para su pueblo Israel,
y a nuestros abuelos les ordenó
instruir en ella a sus hijos,
6 para que ellos, a su vez,
nos instruyeran a nosotros
y a las futuras generaciones
que todavía no han nacido.
7 Así confiaremos en Dios,
tendremos presentes sus grandes hechos
y cumpliremos sus mandamientos.
8 Así no seremos rebeldes,
como lo fueron nuestros abuelos:
tan malvados eran sus pensamientos
que Dios no podía confiar en ellos.

Interesante lo que dice este texto:
*PUES NUESTROS PADRES NOS LO CONTARON.
*NUESTROS HIJOS DEBEN CONOCERLA.
*DEBEMOS HABLARLES A NUESTROS NIETOS.
De que:
     Del poder de Dios
     De todas sus maravillas
      Dio una ley a todas las Naciones
EL RESULTADO

*Así confiaremos en Dios,
tendremos presentes sus grandes hechos
y cumpliremos sus mandamientos.
*Así no seremos rebeldes,
como lo fueron nuestros abuelos:
tan malvados eran sus pensamientos
que Dios no podía confiar en ellos.

Dejar dinero como herencia a nuestros hijos no es tan importante como prepararlos con un legado espiritual que dure toda la vida. Pero qué tanto decidamos dedicar a la formación de la fe en nuestros herederos dependerá de nosotros.

En realidad, todo lo que un padre haga y diga —o deje de hacer y decir— es parte de ese legado. El entendimiento que llega a tener un niño acerca de Dios y del mundo se desarrolla a medida que toma nota del estilo de vida de sus padres, de los principios que rigen sus acciones y del poder de sus palabras. Los niños observan si los padres valoran la obediencia a Dios y notan lo que sucede cuando ellos obedecen (o no) su Palabra. Sus primeras lecciones en cuanto a perdón, generosidad y servicio a los demás las aprenden en el hogar, ya sean impartidas de manera intencional o no. Además, su hijo se dará cuenta de si sus principios y sus palabras no están en armonía.

Invertir en un legado espiritual no termina cuando un hijo llega a la edad adulta. Cuando nuestros hijos salen al mundo, seguimos teniendo la responsabilidad de transmitirles las lecciones que hemos aprendido como hijos de Dios. Mi madre me enseñó a tener fe inquebrantable y obediencia absoluta al Señor. Sus enseñanzas han seguido más allá de su vida, al pasar de una generación a otra.

Si alguien le hubiera preguntado acerca de su herencia, mi madre habría dicho: “No tengo nada que dejarle a Pedro”. Pero eso no es verdad. Ella derramó su vida en la mía, asegurándose de que yo supiera lo que era ser amado, conocer a Dios y vivir sabiamente en su voluntad. Esa es mi valiosa herencia espiritual.


jueves, 8 de junio de 2017

CONSEJOS.. PARA LA VIDA...

Consejos de Don Quijote a Sancho Panza 

En su obra cumbre del Quijote, Miguel de Cervantes Saavedra, sentencia una serie de consejos a Sancho Panza, su fiel escudero, antes de que este se dispusiera a gobernar su ínsula.

Decálogo de Don Quijote a Sancho
“Sancho: hijo, atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte, y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto de este mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.

1.  “Primeramente, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.
2.  “Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey.
3.  “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores, y preciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio.  Innumerables son aquéllos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.
4.  “Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia a príncipes y señores; porque la sangre se hereda, pero la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.
5.  “Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.
6.  “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún enemigo tuyo, aparta las mientes de su injuria, y ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más de las veces serán sin remedio, y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda.
7.  “Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
8.  “Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.
9.  “Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción, considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y, en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente; porque, aunque los tributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la misericordia que el de la justicia.
10.                  “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible; casarás tus hijos como quisieres; títulos tendrán ellos y tus nietos; vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y, en los últimos pasos de la vida, te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.
“Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma”.
INTERESANTE....