martes, 23 de mayo de 2017

PONER TODA NUESTRA CONFIANZA EN DIOS...ES..



Hebreos 11Traducción en lenguaje actual (TLA)

La confianza en Dios

11 Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. 

Un ejemplo claro es Abraham y su OBEDIENCIA A DIOS


Hebreos 11:8-12Traducción en lenguaje actual (TLA)

Abraham confió en Dios, y por eso obedeció cuando Dios le ordenó que saliera de su tierra para ir al país que le daría, aun cuando no sabía hacia dónde iba. Abraham confió tanto en Dios que vivió como un extranjero en el país que Dios le había prometido. Vivió en tiendas de campaña, igual que Isaac y Jacob, a quienes Dios también les había prometido ese país. 10 Abraham confiaba en que algún día vería la ciudad que Dios había planeado y construido sobre bases firmes.

11 Abraham confió en Dios y, por eso, aunque su esposa Sara no podía tener hijos y él era ya muy viejo, Dios le dio fuerzas para tener un hijo. Y es que Abraham confió en que Dios cumpliría su promesa. 12 Por eso Abraham, aun cuando ya iba a morir, pudo tener tantos descendientes como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la orilla del mar. ¡Nadie puede contarlos!


LA OBEDIENCIA DE ABRAHAM (Hebreos 11:8)

     La fe engrandeció la vida de Abraham.

a.  Por la fe tenía una historia de relación personal con Dios. 
b.  Por la fe creyó y reconoció la voz de Dios. 
c.  Por la fe creyó de que si Dios se lo decía, era porque existía el lugar que Dios le mencionaba. 
d.  Por la fe creyó que Dios lo protegería en el camino hasta llegar al lugar donde Dios le indicaba. 
e.  Por fe creyó que Dios le daría la tierra prometida.

Dios les bendiga


miércoles, 17 de mayo de 2017

SIN MIEDO A NADA..

Salmos 56:3Reina-Valera 1960 (RVR1960)

En el día que temo,
Yo en ti confío.

Es imposible vivir en este mundo sin enfrentar jamás incertidumbres, dudas, desconcierto ni temor.  La Biblia no resta importancia a estas preocupaciones; la Palabra de Dios es veraz en cuanto a la adversidad que todos enfrentamos. La respuesta correcta a estas dificultades es:
1. Reconocer nuestros temores delante del Señor y
2. Confiar en que Él actuará para su gloria y para nuestro bien (Vea Sal 56.11).

Muchísimas personas tratan de eximir a Dios de responsabilidad cuando enfrentan un obstáculo al parecer inamovible. De lo que no nos damos cuenta, muchas veces, es que quizás Dios quiera usar esa dificultad para convertirnos en las personas que Él desea que seamos.

Lo que sucede es que la adversidad es una oportunidad para que Dios purifique nuestra fe. Puesto que solo Dios es soberano en el universo, Él desea ser soberano, también, en nuestra vida. Si ponemos nuestra fe en algo distinto a Dios, Él no tardará en quitar los obstáculos que impiden nuestro caminar con Él.

Si usted está pasando por una adversidad, pida a Dios discernimiento para hacerse esta pregunta: ¿Es esto algo que Dios puede estar permitiendo que ocurra en mi vida para que me acerque más a Él? Si es así, confíe en que Él reordenará su vida para seguir siendo el Señor de su fe.


https://youtu.be/E9bOXmfjLDA

 SIN MIEDO A NADA